El hombre del laberinto

Donato Carrisi, el autor, con su maestría de siempre, nos introduce en el mundo de la crueldad humana y el daño psicológico que produce en sus víctimas.
Así, la novela se centra en la búsqueda de un secuestrador que ha tenido retenida durante 15 años a una adolescente, adulta cuando es liberada por parte de la policía y de un detective privado, Bruno Genko. Será este Genko el que lleve el peso principal de la trama junto con los recuerdos de Sam, la víctima. Carrisi dota al personaje de Genko de la falta de esperanza de las personas que están de vuelta de todo, consiguiendo con ello que no le importe, en apariencia, perder la vida. Además de ser un persona que busca constantemente la soledad, y en el caso que absorbe la obra busca congraciarse con una parte de él mismo que se aprovechó de la desesperación de unos padres preocupados. de esta manera, el autor parece indicar que siempre se nos queda una pequeña semilla de consciencia o remordimiento cuando tenemos un comportamiento moralmente reprobable o poco ético, y que tarde o temprano intentamos acallar a través de la acción correcta para sosegar nuestro sentido de la culpa. Con Genko también irá descubriendo el lector hasta donde pueden llegar ciertas personas para realizar actos abyectos y perversiones varias.
Con el personaje de Sam, el lector sufrirá a la par que ella recordando los escabrosos años de desgaste mental a los que la tuvo sometida su raptor. Observando en esas incursiones en la memoria el poder que tiene en las personas, y animales, el afán de supervivencia. Este afán es el que consigue que realicemos acciones impensables en situaciones límites. Además, para aquellas personas que han sufrido algún tipo de maltrato psicológico o cautiverio forzado, nos muestra cómo terminan sus mentes totalmente a disposición de su agresor.
Y en el caso del agresor/secuestrador, le presenta como un monstruo sádico, pero a su vez busca exculparle por ser o haber podido ser también víctima de algún tipo de abuso, o trastorno psicológico. Aunque por otro lado, también ofrece la vía de ser simplemente malvado y sin una conciencia ética o moral que le haga discriminar el bien del mal.
En otro punto encontramos el afán de todas las personas por ocultar detalles de su vida privada, que o bien les produce vergüenza o bien no quieren explicitar para no sentirse vulnerables. Además, también se observa la obsesión por cumplir con los objetivos que nos marcamos para sentirnos totalmente felices o realizados.
En resumen, nos enseña el poder que ejerce nuestro cerebro, o mente, en todas las cuestiones importantes en nuestra vida. Manipulando nuestra percepción de las cosas.
Personalmente me ha parecido una obra que conjuga de forma brillante la intriga con el terror psicológico, y mantiene la tensión narrativa hasta la última palabra ya que cuenta con un final inesperado, que dejará al lector con una inquietante sensación de ser parte de un juego mental. Para mi es una novela muy recomendable.