El hombre del laberinto

La primera lectura conjunta del año nos trae todo un maestro del thriller, El hombre del laberinto de Donato Carrisi sale a la venta hoy mismo en todas las librerías del país, y lo hace con una novela del 2017 que se convirtió en todo un éxito de ventas y de la cual existe una adaptación al cine interpretada por Dustin Hoffman y Toni Servillo.

Precisamente al hilo de lo anterior, era de esperar porque desde el inicio de la lectura vas a pensar que la novela es tremendamente cinematográfica, un thriller psicológico de lectura fácil muy adictiva y con aspecto de guion.
De la trama del libro podemos decir que ya empieza de forma súbita, ya que acaba de aparecer Samantha Andretti, la niña que hace 15 años desapareció con solamente 13 años de edad y de la que nunca se llegó a poder conocer más. En el hospital, desorientada y en malas condiciones tendrá, con la ayuda de un especialista, que ir aportando los datos que su maltrecha memoria pueda rescatar para dar caza lo antes posible a su carcelero, según ella el hombre del laberinto. Pero hay varios problemas, el primero es que no hay mucho tiempo y además ella sigue encerrada en su mente en el laberinto por lo que ha bloqueado todos los recuerdos, el segundo es que el animal más difícil de cazar es el hombre.
Paralelamente, en la calle se abren 2 frentes para poder dar solución al caso, por un lado la policía intenta cerrar lo que hace 15 años fue un caso que les dejó en evidencia, por otro lado el investigador privado Bruno Genko también se involucrará hasta los huesos para dar respuestas a Samantha con la cual tiene una deuda pendiente ya que en el pasado tampoco pudo ayudarla dando luz al caso.

La narración de la obra en tercera persona universal se intercala con numerosos diálogos e incluso regresiones de Sam a los momentos vividos en su "cárcel" para los cuales se usa letra cursiva, todo ello nos lleva a una lectura de altísimo ritmo que llevan a una dependencia total acrecentada porque en la mayoría de los capítulos de corta extensión el final es de infarto, obligándote así a continuar un poco más-

Los personajes están muy bien trazados, siendo introducidos de forma armoniosa para no perdernos en ningún momento, todos ellos tienen una personalidad muy definida con unos rasgos muy perfilados, indispensable este detalle ya que hablamos de una novela donde el perfil psicológico de todos ellos es determinante.
Si en principio parece que la protagonista podría ser la niña, mujer 15 años después, nos equivocamos porque el protagonista es el detective Genko, un personaje al que acompañarás en su periplo y con el que debido a su situación personal empatizarás desde el principio.
Por otro lado, de forma antagónica nos encontramos con el supuesto carcelero y aunque por supuesto no vas a conocer muy bien su identidad sí que tendrá un perfil bastante desdeñable sea quien sea, aportándote esa penumbra de terror durante toda la obra.
os propios personajes a través de sus personalidades dotan a la obra de una ambientación con halo misterioso donde no sabes lo que puedes encontrar de puertas para adentro de lo que en principio parecen ciudadanos bastante normales.

Como decía el ritmo es de escandalo y según llega el final te deja sin aliento, personalmente a 10 páginas del final tuve que parar a respirar y recopilar información para así prolongar un ratito más el disfrute de lo que para mí ha sido el libro que más rápido he leído en mi vida (casi tengo que respirar en una bolsa). En las últimas páginas el ritmo decrece un poquito porque con un nuevo giro la trama toma otra dirección que no sabes muy bien a donde te lleva por lo que en ese momento hay que agudizar los sentidos y esperar a la última frase para pronunciar el famoso, ¿Qué me estás contando?, y a partir de ahí, cada cual recorrerá el laberinto como le deje su propia cabeza.

CONCLUSIÓN:

El hombre del laberinto ha sido para mí una lectura de escándalo ya que la adrenalina me ha subido durante toda la lectura y la sensación del miedo psicológico me ha acompañado. ¿Un hombre con cabeza de conejo?, sí, a veces lo absurdo es lo que más miedo nos aporta.
Un final que a pesar de ser algo más complejo te aporta esa necesidad de darle una interpretación y que seguro que nos da mucho juego cuando finalicemos todos la lectura conjunta.

Una obra que recomiendo sin duda y que aporta el plus de una vez terminada podemos ver la película que seguro se queda corta para lo que es el libro.

¡Una vez más Carrisi me convence!




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