Me ha gustado mucho esta novela, no es tan trepidante y sorprendente como la primera de la trilogía pero es un buenísimo thriller que tiene algunos giros que no me esperaba. En esta ocasión la fotógrafa forense de la policía, Sandra y el sacerdote Marcus volverán a reencontrarse para dar caza a un asesino que escoe a parejas jovenes como sus víctimas. Una trama en la que iremos avanzando poco a poco, gracias a las investigaciones de Sandra y Marcus, y que es más complicada de lo que parece. |