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Crítica de Guille63


Guille63
06 March 2023
He de reconocer que me he bebido de un trago este interesantísimo libro que, de forma brillante, me ha tenido pegado a sus páginas, a la vida de este controvertido sujeto y a la no menos controvertida historia de la Rusia de los últimos 50 años, hasta su última frase. Placer no, placer no he sentido. Necesito otra forma de narrar para ello, y no lo consigo con este, digamos, periodismo literario.

Dicho esto, confieso que no soy lector de biografías, no me gustan. Estoy invadido por prejuicios de los que tengo plena consciencia y seguro que de otros muchos que ahora ignoro, y estoy plenamente convencido de que es imposible indagar en la vida de cualquier persona de cierto relieve y no encontrar elementos vergonzantes que destrocen mi previa admiración por el biografiado y me impidan disfrutar plenamente de futuras lecturas suyas. Igual de imposible que no hallar rasgos de buena persona en todo miserable, aunque solo sea ese ya famoso y provocador "era muy amigo de sus amigos", lo cual es algo que me irrita profundamente.

Quizás por ello me he montado una película acerca del autor y su relación con el personaje y su objetivo (consciente o no) en la investigación y la posterior redacción del libro. Intentaré explicarme.

En el tramo final del libro, Limónov pregunta al autor sobre los motivos por los que le eligió para su libro. Por su apasionante vida, le responde Carrére. Y no me cabe la menor duda de ello. Como aquel que odia profundamente al amante que no puede dejar de adorar, Carrere, civilizado, intelectual y burgués, desprecia y envidia al loco, provocador y desconcertante Limónov. Este personaje que lleva una vida de leyenda y del cual Carrére leyó en su juventud sus primeros libros (siempre autobiográficos) sintiendo que lo que contaba, su vida, le producía más efecto que su modo de contar:

“Me hundía cada vez más, página tras página, en la depresión y el odio a mí mismo. Cuanto más leía, más cortado me sentía por una tela apagada y mediocre, condenado a ocupar en el mundo un papel de comparsa, y de comparsa amargado, envidioso, que sueña con papeles de protagonista a sabiendas de que no se los ofrecerán nunca porque le falta carisma, generosidad, valor, le falta todo menos la espantosa lucidez de los fracasados."

Le reconcome la visión de la vida de Eddy Limónov porque lo siente como un reproche a la suya:

“No eres capaz, Eddy, de concebir que una vida puede ser dichosa sin el éxito y la fama? ¿Que el criterio del éxito sea por ejemplo el amor, una vida familiar tranquila y armoniosa? No, Eddy no es capaz de concebirlo, y alardea de ello. La única vida digna de él es la de un héroe, quiere que el mundo entero le admire y piensa que cualquier otro criterio, ya sea la vida de familia tranquila y armoniosa, ya sean las alegrías sencillas, el jardín que cultivas al amparo de las miradas, son justificaciones de fracasados.”

La biografía termina con una expresión de Limónov calificando su vida como “una vida de mierda”. En el epílogo, el hijo de Carrére le suelta a su padre: “En el fondo, lo que te molesta es que le retratas como a un perdedor.” “Lo admito”, le responde él.

Y aquí es donde creo que se engaña a sí mismo o nos quiere engañar a los demás. Tengo la firme sospecha de que precisamente ese era el objetivo, eso es lo que perseguía el autor con su investigación: conseguir demostrar que Limónov, su vida de leyenda, la intensidad con la que quiere vivir y consigue vivir, sin miedos ni ataduras, esa vida que Carrére envida profundamente, es, al final, la vida de un fracasado. Quería eliminar a su capitán Levitin particular.
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