Interesante novela corta, que te atrapa y te deja en vilo hasta el final. Durante toda la historia no sabes muy bien a qué atenerte, qué solución dar a todos los enigmas y sucesos que se plantean. Asistes atónito y perdido a una sucesión de situaciones que no tienen ni pies ni cabeza. Pero eso es precisamente lo que creo que quería Emmanuel Carrere que experimentara el lector: el hallarse perdido entre la cordura y la locura para que pudiésemos entender el trasfondo de la historia.
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