En este libro vamos a conocer a Violeta. Ha acabado sus estudios y quiere vivir experiencias nuevas, así que decide irse sin billete de vuelta a la ciudad en la que sus padres se enamoraron, Rovaniemi, en Laponia. Y por otro lado conoceremos a Kaarle, un chico reservado, frío como su ciudad, cuya vida dará un giro de 180º cuando conozca a Violeta.
A lo largo del libro veremos cómo Violeta se adapta a la nueva ciudad, cómo conoce a gente, hace nuevos amigos, consigue un trabajo y se encuentra a sí misma, a la vez que seremos testigos de cómo la aparición de la española hace mella en el corazón de Kaarle, quien necesita volverse a sentir cómo antes aunque crea que no puede. Han habido cosillas que no han acabado de gustarme, como que el diálogo de los personajes parecía poco realista en ocasiones y daba la sensación de que había demasiados adornos, o que iba con una idea preconcebida de que estaba por leer un small town romance navideño. Sin embargo, no puedo negar que me ha gustado y lo he disfrutado hasta el final. He aprendido más sobre el buceo bajo hielo, he disfrutado de lo lindo de la maravillosa ambientación y de ver cómo Violeta y Kaarle se dan la oportunidad de conocerse más a fondo a pesar de sus temores.
Os cuento un poco más de los personajes. Violeta es animada, con algunas inseguridades, con mucha iniciativa y sin miedo a lo desconocido, y Kaarle está encerrado en banda, aunque en realidad tiene miedo y su corazón es tan grande que apenas le cabe en el pecho. Y no me olvido de Heli, Onni, Taimi, Kalwa, entre otros; me han parecido grandísimos personajes, sin duda alguna.
En resumen, es un libro con una ambientación invernal y unos personajes entrañables que os mantendrá enganchados desde la primera página; un libro sobre miedos, destino y frío que no cala al corazón cuando estás al lado de la persona indicada.
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