En el reverso de los vestidos más bonitos se ve la fealdad de las costuras, las imperfecciones del tejido, el surco sin poesía de una cremallera. ¿Alguien ha dado la vuelta a la isla alguna vez? Detrás de la espuma y los acantilados se distinguen ahora retazos de tela mal ajustados, costuras irregulares, tan inevitables como la maraña de venas y ligamentos bajo la piel. El espantoso desorden que revela un cuerpo desollado.
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