 |
Con esta cuarta entrega llegamos al final del camino. Mia ha experimentado un año que ha resultado ser una auténtica montaña rusa de emociones, no sólo a nivel personal sino también a nivel profesional y sentimental. ¡Quién le hubiera dicho que, aceptando un trabajo como escort, su mundo daría un giro de ciento ochenta grados! Y nada más y nada menos que para mejor... En Enero nos encontramos con una Mia recurriendo al único medio posible para ganar dinero fácil y rápido y así saldar las deudas de juego de su padre comatoso: trabajar como escort en el negocio de su tía Millie. Cada mes tendría que estar a disposición de un nuevo cliente y aceptar sus exigencias, siempre fuera del ámbito sexual salvo consentimiento mutuo, llegándose a encontrar en la tesitura de tener que interpretar a la pareja estable de un jugador de béisbol, a la mujer florero de un empresario, a la femme fatale en un videoclip de un importante artista latino... y, así, un sin fin de trabajos que la llevan a recorrer gran parte del panorama estadounidense y regodearse con ricos y famosos que jamás imaginó conocer. Además, toda esa aventura la llevó a descubrirse no sólo a sí misma, y de paso a disfrutar de los placeres sexuales de hombres como los de Febrero, Marzo y Mayo, entre otros, sino también a conocer al amor de su vida: Weston Channing III, el chico de Enero, un cineasta que le robará el corazón y al que le resultará difícil olvidar en su larga travesía por todos y cada uno de los meses del año. Y así, habiendo recorrido junto a Mia los primeros nueve meses de contrato, acompañando y asistiendo a sus respectivos clientes, en esta última entrega se produce un cambio de tercio y la estructura leída hasta ahora desaparece. La historia sigue estando dividida en los meses restantes del año pero dejamos de toparnos con nuevos clientes. Mia ya no trabaja como escort, sus problemas económicos se han solucionado de la noche a la mañana por razones que no diré para evitar spoilers, y ahora su vida gira en torno a disfrutar de la cercanía y el amor de Wes, a desarrollar su ingenio y a emprender en la nueva oportunidad de empleo que el último de sus clientes le ofrece en bandeja de plata y, sobre todo, en dejar atrás malas experiencias y recuerdos de su pasado que a mitad de la novela regresarán para atormentarla y, al mismo tiempo, hacer que selle viejas heridas y, por fin, pueda entender y dar cierre a una etapa de su vida que la dejó con mil preguntas sin respuesta. Ahora será el momento de obtener respuestas, aprender a perdonar, a seguir adelante y a ser feliz con lo que la vida le ofrece en el presente y le depara en el futuro: estabilidad laboral, familia y el amor de su vida. Aún con escenarios que me siguen pareciendo demasiado noveleros, como ya comentaba en la tercera parte de la saga, la historia en general ha sabido mantenerme pegada a sus páginas y también ha sido un soplo de aire fresco el cambio de tercio en cuanto al transcurso de la trama por meses, centrándose en Mia y en todos los cambios que se están produciendo en su vida a nivel personal y profesional, y no en los diferentes trabajos o encargos a los que tenía que hacer frente en los meses anteriores. Esa parte estaba muy bien al principio. le daba un toque picante al argumento y lo cargaba de aventuras y emociones, no sólo por las experiencias sexuales de la protagonista, sino también por las ciudades que visitaba, las experiencias locales, las personas que iba conociendo y con las que terminaba creando un vínculo de amistad muy tierno y especial... Todos esos factores dotaban a la lectura de algo diferente y original pero, ahora, una vez superada la crisis económica para cubrir las deudas de su padre, Mia ya no necesita seguir con dicho empleo, por muchas gratificaciones y buenos recuerdos que haya recogido por el camino, y es lógico el cambio que se da en el desarrollo de Octubre, Noviembre y Diciembre. Ha sido algo que me ha gustado, como ya he dicho, aunque también he echado en falta los viejos hábitos, ¡qué le voy a hacer! xD. Como punto negativo tengo que destacar que los meses de octubre y noviembre están cargados de monotonía. Partiendo de la difícil situación en la que nos dejó el desenlace del tercer libro, esperaba encontrarme con unos primeros meses difíciles y pausados, enmarcados por un proceso de adaptación y recuperación que llevaría su tiempo. Efectivamente ha sido así, pero de forma muy excesiva. La autora repite escenarios una y otra vez, con prácticamente las mismas escenas de sexo a cada paso de página y con escaso avance, algo que llega a cansar y a cuestionar si todo el libro consistirá en el mismo tejemaneje. Por suerte no es así, y a mediados de noviembre la situación empieza a cambiar y la historia vuelve a tomar más ritmo. Los personajes, por otro lado, siguen en la línea de siempre y volvemos a encontrarnos con secundarios que marcaron la vida de Mia en los meses anteriores. Buenos amigos que vuelven a estar ahí para ella en las buenas y en las malas y que me encantan. Wes, por otro lado, sigue siendo un hombre tierno y adorable, pendiente a su chica y al que le costará un poco ser el mismo de siempre tras la dura experiencia de la que fue objeto en el mes de Septiembre. Por último, el final no ha estado mal. Era el esperado y la autora aprovecha las últimas páginas para hacer un pequeño resumen de cómo es la vida del resto de personajes tras el "vivieron felices y comieron perdices" de cualquier novela romántica que se precie, varias líneas de cada parejita forjada durante ese año y su situación en el presente, como si se tratase de una novela basada en hechos reales. Algo muy original y de ayuda si el lector se queda con la curiosidad de conocer qué fue de la vida de personajes como Alec Dubois, Los Fasano, Mason y Rachel, Anton Santiago, Tai y Amy, los Shipley, etc. En resumen, 'Calendar Girl 4' es el cierre de una tretralogía que empezó bastante bien por la novedad y lo original de su trama, algo con lo que se rompe en esta última entrega y que, en general, ha logrado convencerme y hacerme disfrutar con las experiencias de Mia como escort y con la última etapa de su viaje donde, con la ayuda de familiares, amigos y seres queridos, logra superar y hacer frente a heridas del pasado y aprende a ser feliz. Aún con escenarios que parecen sacados de una telenovela, Calendar Girl es una saga que puede gustar más o menos, pero que consigue entretener con las ocurrencias argumentales de la autora. Enlace: http://eraseunlibro.blogspot.. |
>
