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Little es una novela extraña, con una narración en primera persona que resulta evocadora, seductora y fascinante, salpicada de las ilustraciones del propio autor y una finísima ironía, para desarrollar la vida ficcionada de Anne Marie Grosholtz, posteriormente conocida como Madame Tussaud. La historia se mueve sobrevolando el realismo mágico para, de tanto en tanto, zambullirse en él repentinamente. Por momentos toma un claro estilo dickensiano, mientras que en otros capea lo grotesco, incluso llegando a acariciar lo macabro. Y así, en un mosaico de historias y personajes alrededor de la vida de la narradora, desde la niñez a la ancianidad, entremezclando en todo momento la ficción con hechos reales y diversas personalidades históricas, tomamos contacto con la cautivante decadencia de las calles y la vida del París de aquella época (con unas descripciones que me han recordado a El Perfume de Süskind en algunos fragmentos), la morbosidad de sus ciudadanos y el preludio, en plena Revolución Francesa, de lo que más adelante llegarían a ser los populares museos de cera. |
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