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Podría no hacer una reseña y dejar que la estrellita solitaria de la calificación hable por sí sola, pero prefiero argumentar. Antes que nada, quería darle las gracias a este señor por haberme contado el final de Bleak House de Charles Dickens (y no “Black” House de “Carlos” Dickens) en la nota al pie sin que se lo haya pedido. Un amor. Dejando de lado el sarcasmo, sinceramente sentí que algo malo pasó: o yo no pude llegar al libro o el libro no se acercó a mí. Reconozco que en muchos casos la culpa es mía. Cané rememora sus años escolares desde un punto de vista nostálgico. Narra y agiganta ciertas escenas comparándolas con ejemplos de Historia y de Literatura, algo que a mí me resultó tedioso, no humorístico. Tal vez quiso demostrar que le dio la misma importancia a las insubordinaciones que al estudio, pero me pareció que era demasiada erudición metida a la fuerza en una novela tan corta. Por otra parte, el estilo de escritura, que se aproxima bastante a un “moderno”, no me convenció ¿Alguna vez leyeron en voz alta una oración en donde hay palabras que, juntas, suenan mal? Yo lo llamo "ruido" y, por lo general, no me gusta. De más está decir que no compartí la inmensa mayoría de las valoraciones e ideas que aparecen en Juvenilia . Soy de este siglo. El 1.5 que le puse lo consiguió con los capítulos finales y el manejo de los tiempos. |
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