Pan de limón con semillas de amapola

La magia de algunas historias no radica siempre en una gran trama o en los giros inesperados de la historia. A veces, simplemente, la magia se encuentra en unos personajes humanos que cuentan una historia sencilla pero llena de matices.

Con un estilo impecable y en el idílico Valldemossa, un pueblo de Mallorca, Cristina Campos nos invita a conocer a las hermanas Anna y Marina, los dos pilares de la historia. Dos mujeres que llevan de una forma sublime la carga de la historia y a las que acompañan un elenco de personajes de una calidad impresionante.

No esperéis una historia con grandes giros, ni con una trama llena de interrogantes. Es una historia de evolución, de sentimientos, de amistad y, sobre todo, de lazos entre mujeres.

Si le tengo que poner alguna pega, para mí el gran handicap ha estado en la estructura del libro. Con capítulos interminables, algunos de casi noventa páginas, que hacían algunas partes de la historia un poco pesadas. Y por otro lado, aunque al principio me pareció un detalle curioso, hay demasiadas conversaciones en mallorquín que te remiten a pie de página para leer la traducción. Algo que hace gracia las primeras veces, pero que cansa cuanto tienes que hacerlo a menudo.