Pan de limón con semillas de amapola

Hay un momento en la vida en que te das cuenta de que llevas demasiado tiempo corriendo.

Los colores de las cosas. Eso era lo primero que le llamaba la atención a Marina al volver a Europa. Llevaba un año sin salir de África, donde, a pesar de la pobreza extrema, todo parecía pintado de colores alegres, naranjas, verdes, amarillos...

La vida no es como uno quiere que sea, si no como es, y la vida a veces puede ser muy puta.

No olvides jamás que una persona triste no puede llenar de amor a la gente que la rodea por mucho que lo intente.

Una casa es el lugar donde uno es esperado.

—Hija, estás hecha una mujer. Me gusta en quien te has convertido —le dijo su padre—. Te veo y te escucho y no puedo estar más orgulloso de la persona en quien te estás convirtiendo.

La adolescencia es una etapa de la vida que convierte al humano, durante un par de años, en idiota.

Una persona perdida es una persona incompleta.

[…] hay un momento en la vida en que te das cuenta de que llevas demasiado tiempo corriendo […].

Ana miró a su hija. Por primera vez en toda su vida notó que la miraba de forma diferente. Era la segunda vez en poco tiempo que le decía que quería salir de la isla, huir para siempre. Quizás fue el reencuentro con Antonio lo que hizo que Anna escuchara las palabras de su hija de forma diferente. No vio a una niña con una pataleta. No vio a una adolescente rebelde. Vio a una mujer expresando un deseo Vio a una mujer en sí misma y no a una prolongación de la vida de su madre.