Sangre y tinta

Hace poco leí La petición de Olivia de Abril Camino y disfruté mucho de los personajes y de la forma de escribir de la autora. Por esto, me apetecía mucho volver a adentrarme en una de sus aventuras. Empecé Sangre y tinta sin leer la sinopsis, dispuesta a dejarme sorprender y definitivamente así ha sido. La historia no me ha durado ni 24 horas, una vez que la empecé no pude parar de leer hasta llegar al desenlace.

El libro está escrito en primera persona a dos voces y se van alternando los capítulos de los dos protagonistas: Amanda y Camden. Ambos han sufrido mucho a lo largo de su vida y se han visto obligados a crecer demasiado rápido para hacerse cargo de su familia. Amanda porque se encarga de cuidar a su madre tetrapléjica y Camden porque, tras la muerte de sus padres, se hizo cargo de un hermano adolescente que no le perdona que lo dejase solo en un ambiente horrible. Además, su hermana Lucy, de dos años, fue llevada a vivir con sus tíos y Cam lucha con uñas y dientes por su custodia y por unir a toda su familia.

Cuando empecé a leer, me llevé una sorpresa negativa pues la historia de amor comienza un poco rápido: tras una discusión, los protagonistas se reconcilian en medio de una borrachera y comienzan a contarse cosas que jamás habían contado a nadie. Esta parte me resultó muy poco creíble pues es extraño sentir semejante conexión con alguien que además te ha dado una pésima primera impresión.
Sin embargo, después la cosa cambia y vemos como poco a poco se va forjando una relación muy seria y adulta en la que los dos se quieren, se respetan y, sobre todo, se apoyan de manera incondicional. Esto me ha encantado porque temía que fuese la típica historia de chico malo-chica buena pero no ha sido así en absoluto.

A pesar de que la historia de amor me ha encantado, mi parte favorita ha sido la referida a la familia. En la historia nos encontramos con distintos tipos de familias: familias que se quieren, familias tóxicas que arruinan la vida de sus hijos, una familia atípica compuesta por hermanos, una familia adinerada dispuesta a adoptar solo a aquellos niños que encajen en su ideal de familia... He disfrutado especialmente con Cam y sus esfuerzos por tener a su familia con él, como lucha por la custodia y como está dispuesto a cambiar todo de sí por lograrlo. Me ha parecido muy bonito el mensaje que nos transmite, nos enseña que la familia no la marca solo la sangre, sino que lo hace el amor y el apoyo mutuo entre todos sus miembros.

En definitiva, Sangre y tinta ha sido toda una sorpresa, una historia de amor protagonizada por jóvenes pero con una actitud y unas ideas muy adultas que nos enseñan el verdadero sentido de la familia. Mi puntuación es:
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