Manolo García Salabert es nuestro protagonista, escritor de cierta edad y con bastantes novelas escritas, cansado un poco de todo, todos y de nada decide suicidarse con una sobredosis de paracetamol pero antes quiere dejar escrita su última novela y firmarla con su nombre original y dejar su seudónimo. Vemos la relación que Salabert tiene con sus allegados, su hermano que quiere vender el piso que tienen a medias entre ambos y donde vive Manolo; Wanda, la camarera de un bar un tanto caradura; Verónica, su vecina y amiga. Manolo necesita a diario su café, su tabaco y sobre todo sus whiskies a cualquier hora. Odia a muerte los smartphones y el "vicio" que todos tienen de esta tecnología anteponiéndolo a una persona. Por una serie de malos entendidos ponen a nuestro escritor como "lo peor" y los smartphones hacen correr la voz aún más rápido, pero Manolo trama una venganza. ** OPINIÓN PERSONAL ** Una trama interesante que cada vez va mejorando, también sus diálogos son un cúmulo de frases irónicas e inteligentes que llegan al punto donde quiere "herir" el escritor pero de modo "elegante". Sucesos graciosos e hilarantes pero siempre con toque "burlón". La historia te hace estar pendiente y con ganas de saber el desenlace. La lectura me ha recordado mucho al "pobre" Pablo Miralles de "Lo mejor que le puede pasar a un cruasan". Ah!, No dejamos olvidada la encuadernación del libro, que su portada parece un juego, según lo que desees ver, ves una cosa u otra. + Leer más |