¡Tricolores en pandemia!

Volvemos a una nueva entrega de El café de los gatos, la saga de fantasía que nos lleva por las calles de Madrid. En este caso, nos adentramos en la pandemia de la mano de su protagonista, Julia, que tendrá que lidiar con el confinamiento y con dos misterios en los que todos sus amigos ayudarán: el robo de joyas valiosas y la estafa que están sufriendo algunos ancianos del barrio.
Volver a recordar
Siempre es agradable volver a las andanzas de Julia e Iván, y en este caso acompañados ya de la madre de Julia, pero sí es cierto que volver a la pandemia y a los sentimientos que nos provocó el confinamiento es extraño. Lo interesante es que la autora lo ha llevado muy bien y gracias a la visión juvenil de los personajes, volver a esos momentos se convierte en una vuelta a las anécdotas más curiosas: las clases online, donde la conexión fallaba y nos quedábamos congelados, la posibilidad de salir si tenías mascota, los horarios, el reencontrarse con familiares con los que normalmente te encontrabas unos minutos en casa. Todo ello hace que la novela nos recuerde que pasó y que lo hemos pasado, a la vez que es sincera con aquellos aspectos también poco agradables: descubrimientos dentro de la propia familia, el abandono de algunas personas mayores, cómo se quisieron aprovechar algunos de las circunstancias…
Todo ello nos lleva a vivir la historia casi de manera más personal que en las entregas anteriores, ya que podemos identificarnos con alguno de los personajes. En esta entrega cada uno de ellos tiene más voz, tanto es así que se alternarán capítulos narrados desde la perspectiva de Iván y otros desde la perspectiva de Julia. de este modo, nos integramos en el grupo y las subtramas que se pueden lanzar son muchas más.
Gatas anduleras
Eso sí, no creáis que nuestra gata favorita va a estarse quieta. Teniendo en cuenta que hay un confinamiento, como Leia será la manera que tenga de investigar los dos hilos que encontraremos en esta entrega: las estafas a los ancianos y la desaparición de algunas joyas.
En esta investigación, sin embargo, lo importante no será tanto lo que descubra al respecto, sino lo que se encontrará en el camino, ya que aparecerán nuevos gatos que enriquecerán la historia. No os diré mucho más sobre estos nuevos felinos, pero parece que el Café de los gatos amplía sus horizontes y que, junto con Iván y flecha, la familia animal puede que aumente.
Muy entretenida y para amable
La verdad es que la obra me ha gustado mucho. Se disfruta lo tranquila, amena y amable que es, porque si bien tenemos misterios y situaciones un poco peliagudas (la pandemia, los momentos de tensión con los gatos o los enfados entre amigos y familiares), al final no dejamos de estar ante una historia juvenil que nos comparte los valores de la amistad, la familia y el continuar adelante, aunque parezca que nos viene algo de frente.
Además, a nivel de estilo y de trama es muy ágil y sencilla con lo que se sigue perfectamente y se lee en un suspiro. Os invito mucho a adentrarnos en la vida de Julia, en sus andanzas como Leia y a descubrir un poquito más Madrid, sus calles y sus gatas. Espero que os animéis con él.

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