El sueño de Tutankhamón

El reinado de Akhenatón marcó un punto de inflexión en la historia del Antiguo Egipto. El joven Tutankamón, que le sucedió, intenta restaurar el orden anterior que existía antes del que instauró su padre. Sin embargo, es físicamente frágil, está enfermo y es demasiado joven para manejar los problemas que enfrenta la nación porque, además del caos político provocado por el gobierno de su padre, una serie de malas cosechas y enfermedades han devastado la nación. Sin embargo, a pesar de sus limitaciones físicas, Akhenaton poseía vigor, fortaleza mental y deseo. También contó con el apoyo de personajes fuertes como el padre real Ay o el formidable general Horembeb. El bebé de un padre no identificado nació en Tebas hace unos años. Su madre era una prostituta que le maldijo y perdió la vida al dar a luz. Para beneficio del niño, un amable pescador lo acogió y le enseñó su oficio. El niño pronto se volvió distintivo. Primero, por el hecho de que tenía la piel muy blanca, el pelo rojo y los ojos azules, que son más característicos de la gente del norte que de la gente que vive en el Nilo. En segundo lugar, debido a la sumisión de las serpientes al niño, su atención, canto, afecto y trepan por sus brazos. El joven finalmente acaba en el palacio y se hace amigo de Tutankamón.
Nehebkhau, el verdadero protagonista del libro, es el tema de gran parte de la escritura. Pero cuando finalmente llega al palacio y entra en el círculo más íntimo del faraón, también llegamos a comprender completamente al joven gobernante. Aunque solo fue un faraón menor, Antonio Cabanas pinta un cuadro vívido de uno de los faraones más conocidos en la historia de Egipto. Como resultado de su breve reinado y muerte prematura a una edad temprana, Tutankamón siempre ha sido considerado un faraón "transitorio". Sin embargo, también está plagado de incógnitas, comenzando por su propia tumba, que es diferente de las tumbas de los faraones que vinieron antes y después de él. Una tumba que proporciona algunas aclaraciones sobre los entierros de los reyes egipcios, pero también genera un montón de preguntas adicionales, muchas de las cuales Cabanas intenta abordar. Valora el carácter de este joven faraón, retratándolo como un rey que aspiraba a la grandeza pero que se lo impidió su fragilidad física, mala suerte y muerte prematura. Me hizo gracia la ironía del destino: un faraón despreciado en su día se convirtió, al final, en una de las figuras más ilustres de la historia. Conoceremos a los miembros de la familia del rey, incluido el padre divino, el ilustre general Horembeb, la bella y conocida Nefertiti y el faraón Akhenatón y lo que significó su reinado para Egipto. Además de personajes de ficción y aquellos que no son miembros de la realeza, como Nehebkhau, el protagonista de la historia, y aquellos relacionados con él. Con la ayuda de este libro, seremos capaces de obtener una comprensión de tanto la vida del palacio como la vida de la gente común, como la de los privilegiados constructores de tumbas y sus familias, así como el pescador con los pies en la tierra que acoge al bebé huérfano. Estaremos al tanto del funcionamiento del poder, la estructura de la sociedad, la cultura egipcia y sus deidades. A mí me ha conquistado la ambientación del autor de la novela egipcia. Me gustan mucho estos escenarios. Mucho sobre el período de tiempo en el que se desarrolla se revela en este libro altamente instructivo. Está claro que no todo ha sido probado; para algunas cosas, sólo hay teorías. Es crucial que todo sea coherente, lógico y convincente. Como era de esperar, hay más que solo historia. Con la excepción de Tutankamón, los personajes de la vida real juegan un papel mucho menor en la historia que el protagonista ficticio. Aventuras, traiciones, política, luchas de poder, amor, magia y religión están presentes en este libro. Fue muy fácil de leer y muy entretenido.