He disfrutado con este libro porque la manera en que está escrito, los diálogos, y o las descripciones, consiguen engancharte desde el primer momento. ¿Lo mejor? Ese “tira y afloja” de los protagonistas. Víctor es…mucho Víctor. Un hombre que se empeña en mostrar una frialdad que no tiene, pero que está dispuesto a luchar po lo que quiere, sin ese miedo que suele aparecer en algunos personajes masculinos, cuando descubren lo que sienten. Paola, por el contrario, es más precavida, y un poco ingenua. Lo que ocurrió con su ex, dejó en ella temores, e inseguridades; por ello, cuando Víctor empieza a despertar en ella ciertos sentimientos, no puede evitar asustarse, y huir de esas sensaciones que la envuelven cuando él está cerca. También me ha ayudado a conectar con este libro el hecho de haber visitado esa zona de las Alpujarras. Me he metido más de lleno en la historia, en sus personajes, en el ambiente, o en sus costumbres… Un libro bonito, fresco, entretenido. Una de esas lecturas cortitas, que apetecen en cualquier momento. |