Todas las piezas rotas

Antes que nada quiero deciros que "El niño con el pijama de rayas" es uno de mis libros favoritos, tanto históricos como en general. Lo he leído varías veces y también visto la película (una de las pocas películas que considero que le hacen justicia al libro en el que están basadas). Esto hizo que cuando supe de la publicación de este libro, tuviese muchas ganas de leerlo a la vez que mucho miedo de hacerlo debido a lo alto que la historia de Bruno había dejado el listón.

Pues bien, la historia de Gretel también merece la pena ser leída. Desde el principio os digo que Gretel es un personaje con el que cuesta empatizar y que te genere simpatía a pesar de ser ella la que cuenta su historia. Esto es algo natural, en "El niño con el pijama de rayas" era una preadolescente insoportable y es difícil cambiar esa opinión. Además en la segunda guerra mundial estuvo en el lado de los malos, porque su padre era el director de "ese otro lugar" y los hijos somos responsables de los pecados de nuestros padres ¿no? Ella era solo una cría que adoraba a su padre y pensaba que era un gran hombre y por lo tanto no podía hacer nada malo. Que una vez que todo hubiese acabado fuese consciente de lo que pasó y su memoria estuviese llena de remordimientos da lo mismo, lo importante es lo que hizo su padre y le acompañó toda la vida. Por lo menos es lo que ella piensa y también pensarían muchos de los que la rodean si conocieran sus orígenes.

El libro está narrado en dos tiempos: la actualidad y un período del pasado definido al principio de cada parte. de la mano de Gretel sabemos como fue su salida de Alemania y cómo se enfrentó a los años posteriores al final de la segunda guerra mundial, llevando consigo los remordimientos por lo que pasó en todo momento y convirtiéndose en una víctima más de la guerra. El autor no pretende que simpaticemos con aquellos que huyeron y, por consiguiente, tampoco con ella. Pero sí que pensemos hasta que punto somos responsables de lo que pasa a nuestro alrededor sin que hagamos algo por cambiarlo...

Los capítulos son breves y altenan uno del pasado con otro del presente. La historia está muy bien balanceda y ninguna de las dos épocas tiene más peso sobre la otra ya que se aprecia cómo todo lo que Gretel vivió hace que sea como es con más de 90 años y entendamos que conviva con los fantasmas que la acompañan desde niña.
No creo que el autor quiera que entendamos el porqué de lo que pasó, ni que las "justificaciones" de aquellos que huyeron para evitar un juicio nos parezcan razonables. Simplemente es la historia de una niña del "bando de los malos" que sobrevivió a aquello y que tuvo que vivir con eso persiguiendola el resto de su vida.

¿Merece la pena? Creo que sí. Me duró dos días y en todo momento quería seguir leyendo.
¿Es para todo el mundo? No sabría decirlo, pero si sois muy radicales en cuanto a lo de los pecados no deberíais leerlo...