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La narración de Gema puedo decir que es una maravilla, estamos ante un mundo inventado por ella, toda la jerarquía de las hadas y de los humanos, este mundo tan increíble se nos revela de una forma única, todo es muy visual y alienta a seguir leyendo y descubriendo cada rincón. Más de una vez me he visto más que sorprendida por la belleza del bosque Maravilla, que es donde viven las hadas y los seres mágicos. Pero no puedo tampoco dejar de alabar la gran puesta en escena del libro, el comienzo es algo que me llegó a encoger el corazón, la madre de Elvia maldice a un entonces bebé Váldemar, primogénito del rey, condicionando su vida para siempre. Gema sabe cómo hacer que los sentimientos estén a flor de piel, todo ello con una narrativa cuidada y que nos transporta a un mundo de cuento y leyenda, ya que está escrito de esa manera, complemento perfecto para una ambientación fantástica, así que sobra decir que la ambientación es asombrosa. Comento que no es un libro repleto de acción, pese a ello engancha mucho, pero son tantos detalles que lo mejor es leerlo con calma, el lector se empapa bien de todo, y llega a ser incluso más especial, sobre todo de cara a la última parte de la novela, que es en la que más tensión se vive. Os he comentado que no es un libro repleto de acción, y es que donde más se vive es en la corte. Desde el mismo momento en que Elvia es contratada como puente para ambos mundos todo cambia para ella. Ella es medio hada y medio humana, está entre los dos mundos y todo se vuelve confuso para ella porque no sabe bien a dónde pertenece, haciendo que vivamos con ella la incomodidad y el descubrimiento de una misma. Lo bueno es que tenemos muchos personajes, todos actúan acorde a su condición, al vivir en la corte conocemos a Váldemar, el príncipe que se convierte en lobo con cada luna, lo que desencadena muchas escenas de tensión entre los dos, ya que ella es la hija de quien lo maldijo. También tendremos una parte de romance, y este romance es bonito, se cuece a fuego lento y me fascinó, es dulce y puro. Las subtramas son geniales y no llegan a cansar, al contrario son magníficas, por ejemplo tenemos a los gemelos, uno es Félix heredero al trono por culpa de la licantropia de su hermano, y la otra es Fidelia, una chica que le gusta montar a caballo y hacer justo lo que su condición de mujer está mal visto. Ella no quiere casarse, quiere decidir por ella misma y vivir su vida, cometiendo errores pero que han sido por sus decisiones. Esta parte me encantó, Fidelia es un personaje único y nos muestra la parte feminista de la novela, adelantándose a su tiempo, es un personaje que nos dará muchas sorpresas, y de cara al final nos sorprenderá aún más. Todos, desde los protagonistas a los secundarios tienen un gran peso en la novela, todos están muy bien trabajados y definidos, por supuesto quedarán en mi memoria para siempre. Todos los personajes están retratados al final de la novela en forma de ilustraciones que son obra de Eve Mae. Ha sido mi lectura de la semana pasada y no ha habido mejor elección, ya sabéis que adoro la fantasía pero cuando me topo con un libro tan bien escrito, con una trama maravillosa que retiene al lector, con una ambientación asombrosa, y con unos personajes que es imposible no sentir empatía y cariño, es que es en estos momentos cuando me digo que soy muy afortunada de que me guste la lectura, para poder maravillarme con obras como esta y para poder quedarme con el recuerdo de sus personajes.
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