No sé que tiene Piedad a la hora de escrinir que siempre te drena el alma, pero al mismo tiempo te la alimenta. Sus letras son a la vez desgarradorsa y esperanzadoras. Este libro fue más ncómodo porque nos pone en los zapatos de alguien en quien podríamos convertirnos. No solo vemos un reflejo, vemos un aposibilidad, un futuro. Ahí radica el dolor y el aprendizaje de esta lectura. |