Dolor, es lo que sientes cuando vas descubriendo cada página de este libro. Piedad Bonett nos narra a través de esta historia, la muerte de su hijo, lo que le llevó a hacerlo, el dolor de su familia y amigos y el duelo. Ese duelo, que parece difícil e imposible de superar. ¿Cómo pueden unos padres sobrellevar la muerte de un hijo? Piedad lo tiene claro, escribiendo. Es un libro que pone en el ojo del huracán a ese tema tabú como es el suicidio, es una obra que muestra muy bien y da visibilidad a las enfermedades mentales y a la lucha que deben llevar todas las personas que conviven con esa enfermedad. Es una historia de pocas páginas, pero que el lector tenderá a dosificar, es una lectura que daña el alma, que agota y que que te hace reflexionar sobre el dolor, la muerte y las enfermedades mentales. Me ha encantado la manera de escribir de la autora y sobre todo me ha gustado cómo ha logrado hacer que Daniel siga vivo para siempre entre estas páginas repletas de todos los sentimientos posibles. |