Sobrecogida. Impactada. Cuando encargué este libro a la biblioteca pública, lo hice pensando que era poesía, y me sorprendió darme cuenta de que era prosa. Pero es una prosa tan bella y profunda como solo puede serlo aquella que surge de las entrañas de una madre. de almas atormentadas y desgarradas. Qué placer descubrir lectoras latinoamericanas tan llenas de talento y verdad. |