El libro está muy bien escrito, personajes pocos pero bien definidos. La verdad es que te pones en la piel de cada uno, claro está que en el de Raymundo es difícil ponerse y además no sentir asco. Por lo demás, es una historia cruda en la que se mezclan distintas casualidades que hacen al lector replantearse si estamos en el camino correcto. al fin y al cabo son los más inocentes los que terminan pagando los placeres, las autoestima y descuidos de los adultos.
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