Viajo sola

En el primer capítulo ya tenemos el primer cadáver ¿para qué andarnos con rodeos?

Los protagonistas indiscutibles son los inspectores Holger Munch y Mia Kruger, pero gracias a un narrador en tercera persona no sólo está su punto de vista, también conocemos el de otros miembros del equipo policial y el de otras personas implicadas en las distintas tramas que tiene el libro.
Esta forma de contar las historias es la que más me gusta porque me permite ver lo que está pasando desde distintos ángulos y conocer más a todos los implicados.

Y sí, hay varias tramas que inicialmente parece que no tienen nada que ver, he estado más perdida que un pulpo en un garaje porque no entendía nada. Según avanza la historia los personajes se van relacionando entre ellos y me ha tocado soltar muchos “¡pues claro!”. Claro que cuando te lo cuentan es obvio, muy lista tu Raquel.

Algo que me ha encantado es como la tensión va aumentando según avanza la historia. al principio sentía curiosidad por todo porque no entendía nada, después estuve con la lupa puesta a ver si pillaba al malo antes de que me lo dijesen, y en las últimas 100 páginas la tensión por saber cómo se resolvía todo era tanta que no pude parar de leer.
Ya os digo que en esta historia no da tiempo a aburrirse.

Pero… ¿por qué siempre dejo los peros para el final?
Pues eso, pero hay varias cosillas que para mi gusto no quedan del todo bien explicadas. La trama queda perfectamente cerrada y todo bien hilado, pero hay tres cosillas de las que me hubiese gustado saber algo más.
Empiezo a pensar que el problema es mío y que soy demasiado cotilla.