Tengo un sentimiento algo agridulce hacia esta novela, pues contra todo pronóstico no ha acabado de gustarme. Y tres son los motivos: la razón por la que se da el cliché «enemies to lovers» no me ha convencido nada, hay algunos aspectos que siento que se podrían haber explotado más y la parte final, desde que vuelven del viaje, me ha parecido un despropósito, ha sido lo que más me ha estropeado la lectura. Todo esto no quita que sea una historia ligera, rápida de leer, entretenida, con sus puntos divertidos y su buena ambientación en Hawái.
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