Una luna sin miel

¡Qué ganas tenía de leer este libro! Ha valido la espera, ya os digo.

En “Una luna sin miel” vamos a conocer a Olive, cuya hermana se acaba de casar y una intoxicación alimentaria ha hecho que todo asistente de la boda a excepción de ella y el hermano del novio acaben en urgencia y en cama unos días. Si no fuera ya una pesadilla tener a decenas de personas vomitando a su alrededor, Ami, su hermana, le pide a Olive que vaya a su luna de miel en Hawái en su lugar, pues no pueden permitirse perder ese viaje. No tiene nada de malo ir al paraíso diez días, ¿no? Pero sí lo tiene si su acompañante es Ethan, el hermano del novio, un tío detestable y que le cae fatal. Y, ojo, además tienen que fingir ser pareja para poder gozar de esas vacaciones gratis.

Es que a mí me ponen delante un enemies to lovers con relación falsa y una misma cama, y ya me tienen conquistada. Lo he disfrutado de principio a fin y me he reído un montón. Me ha encantado la enemistad, los acercamientos forzosos, los planes juntos, las tomas de contacto, la evolución de sus sentimientos y pensamientos… Me ha gustado mucho sentirme allí, con ellos, siendo testigo de los momentos más bonitos, los más malos, los embarazosos… Y no solo eso, también del periodo post-vacacional, que es muy importante también.

Si tengo que poner alguna objeción, diría que se me ha quedado corto y me ha faltado un poco más de chicha. En 330 páginas tampoco puede hacerse mucho, pero aún así me ha parecido maravilloso.

Los personajes han sido maravillosos *beso de chef por aquí*. Olive es la mala suerte personificada, es algo negativa, pero tiene unos puntos tan divertidos que no he podido dejar de reírme con ella. Y Ethan es sarcástico, a veces un poco gruñón, pero en realidad es un cacho de pan, fiel a los que quiere. Ambos juntos son una fantasía absoluta; se complementan a la perfección.

Y no puedo olvidarme de toooooda la familia de Olive, que tiene un papel muy importante, aunque sobre todo de su hermana Ami y del hermano de Ethan, Dane. Todos son grandes pilares en este libro.

La pluma de la autora me ha gustado mucho. Creo que no la había leído antes, pero no tengo ninguna duda que volveré a hacerlo en breves, porque me ha maravillado.

En resumen, “Una luna sin miel” es una rom-com ideal para verano: fresca, divertida y bonita, con unos personajes entrañables y unos clichés excelentes como son un enemies to lovers, relación falsa, una misma cama y proximidad forzosa. No podría haber concluído mejor mi mes de junio lector.