Los extraños

Los extraños (2021) es una novela corta que me ha encantado, una joyita de a penas 133 páginas ambientada en la ciudad natal del autor y en su propia casa familiar según he leído, además sus personajes vuelven a aparecer en su obra como la ciudad de Ribadesella, Jon y Katherina.

La portada del libro es una preciosura, un crypto (Somewhere Just for Us) de la diseñadora estadounidense Caitlyn Grabenstein.

El estilo del autor me gusta mucho, muy preciso y sencillo para nominar las cosas, pero dejando unos huecos enormes para que el lector rellene según su fantasía. Me parece que a Jon Bilbao se le podría incluir entre los escritores de lo que se llamó el realismo sucio (o dirty realism) en EEUU en la primera mitad del siglo XX: tendencia a la sobriedad, la precisión y una parquedad extrema en el uso de las palabras en todo lo que se refiera a descripción. Los objetos, los personajes, las situaciones: deben hallarse caracterizadas de la manera más concisa y superficial posible. (En este momento leo a un representante estadounidense de este estilo, Richard Ford y sí, hay similitudes en el estilo).

La novela empieza con la presentación de una pareja residente en Ribadesella que parece sumida en el tedio aunque Katherina esté encinta. Él es Jon, ingeniero en minas que prepara artículos para una enciclopedia (alter ego del escritor?); ella es alemana que traduce del alemán para una editorial. En este ambiente rutinario, aburrido, surgen dos novedades: la aparición en Ribadesella de Ovnis que van a atraer todo tipo de ufólogos e invadir el espacio frente al domicilio de la pareja y la aparición de un primo de Jon, Markel, acompañado de Virginia, una chica inglesa que se dice su asistenta. Markel pide hospitalidad por algunos días en un periplo hacia Madrid.

Aunque el parentesco con Markel es factible via un tío que emigró a Chile, poco a poco Markel y Virginia se apropiarán de una parte de la vida de la pareja. al principio aportan novedad, cambios de ritmo, paseos, diversión. Pero a lo largo de los días surge una extrañeza tan fuerte y tan llena de sospechas para el lector, que produce casi pavor, sin que nada quede explicado. El lector se pasa la película y ata los cabos como puede. Hay muchos índices sembrados en el relato para hacerse una opinion de lo anómalo de la situación, lo que contribuye a poner los pelos de punta.

Excelente lectura, original, con buena escritura, muy lograda en su estilo.
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