Yo tengo una teoría sobre esta tierra. Creo que Dios la escogió para experimentar todo lo que los hombres son capaces de hacer para enfrentarse y destruirse. Y así creo que esa escoria que es nuestro Señor tomó un poco de todos los ingredientes más repugnantes de la naturaleza humana, los metió en un frasco, con nosotros en medio, para ver lo que sacaba de ahí, y así sabría y evitaría reproducir en todos sitios el mismo mejunje. No creo que lo consiga en realidad, pero digamos que en su experimentación de lo peor nos escogió entre las cobayas más diligentes. Dirán que el odio, el resentimiento, la envidia, la codicia, la maledicencia es más o menos lo que preferimos compartir en este territorio de mierda, y si a eso añadimos el dar por culo, la política, la tiranía, la opresión y la guerra permanente, la venganza y la corrupción, creo que tenemos un caldo de cultivo duradero para que el puto atolladero en que nos metieron nuestros antepasados siga perpetuándose durante mucho tiempo.