Úteros errantes

Úteros errantes es el pequeño relato en primera persona sobre esa enfermedad que muchas llaman silenciosa (o silenciada), la endometriosis. Y digo en primera persona porque muchas mujeres nos sentiremos identificadas leyendo sus versos.

Estamos hartas de visitar decenas de consultas en busca de un diagnóstico, un tratamiento, un mínimo de atención, y solo recibir una receta de anticonceptivas. Andrea expresa muy bien esta frustración, el desamparo médico, consigue que sienta su dolor como mío.

Me llama la atención la falta de signos de puntuación, ver cómo se deshace en cada verso. No soy mucho de poesía, pero leer el relato de Andrea me ha removido algo por dentro, ha sabido transmitir muy bien lo que muchas sufrimos en silencio.

Ha sido una lectura gratificante, muy recomendable.

Cuánto ha significado para mí haber leído este libro, sin duda fue uno de los mejores poemarios que leí en el 2022.

La edición por Ediciones en el mar con Lara Losada, el prólogo de Ana Castro y la increíble ilustración de la cubierta realizada por Celia López Bacete. Todo ha sido maravilloso para una lectura tremendamente dolorosa. Porque Andrea habla de lo que es la vida con dolor, un dolor del que no se habla y que muchas personan padecen en silencio; de la violencia ginecológica en las consultas y de lo que no podrá nacer...
Tengas o no endometriosis, las palabras de Andrea te hacen sentir el desgarro, la frustración de saberse incomprendida y la tristeza de solo poder albergar moscas en el vientre.

No somos un diagnóstico, pero qué necesario es hablar de lo que nos atraviesa.

Gracias, una vez más, a la editorial por el envío del ejemplar y a la convocatoria de Masa Crítica de Babelio por hacerlo posible.

"Úteros errantes" es un grito. de dolor. Pero también de frustración y desesperación en el que muchas mujeres nos vemos reflejadas.

La endometriosis es una enfermedad que afecta a más de 2 millones de mujeres en España y, aún así, se tarda una media de 8 años en diagnosticar. Un ejemplo claro de lo poco que importan las enfermedades que solo afectan a los úteros.

En este poemario, Andrea vuelca el dolor de una manera desgarradora. Poniendo palabras a aquello que sentimos durante años y que se nos queda atascado en la garganta.

Palabras comunes que hemos aprendido a golpe de consulta, de llorar, de rabia por no ser escuchadas, de contracciones, de silencios, de incomprensión, de búsquedas en internet porque no había nadie al otro lado de la mesa que nos explicara.

De pensar que, quizás, es que estás loca y el dolor no existe.

Un poemario de realidad. Sin esperanza. Y, aún así, reconfortante.