Sí, quiero, milord

Alisdair Penhallow tiene una reputación y no muy buena, hay muchos rumores sobre sus modales libertinos, pero esto repentinamente el día de su trigésimo quinto cumpleaños, cuando la ley decreta que si ha llegado a esta edad y no se ha casado aún debe contraer matrimonio dentro de los treinta y cinco días o será ahorcado como escarmiento a otros que no han cumplido su deber de engendrar un heredero. Para que esto no ocurra este envía cartas a todos los Lairds invitando a sus hijas en edad de casarse a pasar tiempo con él y así poder elegir a una para qué sea su esposa.
Fiona no planea enamorarse nunca más, se considera una solterona con tan solo veintisiete años. Su padre le ordena viajar al castillo Tadgh con su prima con el objetivo de convertirse en la futura novia de Alisdair, esta viaja solo para complacer a su padre. al ver su actitud Alisdair la descarta desde el primer momento de posible candidata, pero el destino tenía otros planes para ellos.
Alistair y Fiona eran personajes con pasados ​​que no les permiten bajar la guardia, el libro aunque parezca la típica novela romántica, hay cosas que suceden que son bastante serias, pero se tratan con un tono desenfadado. Todos los personajes fueron agradables y simpáticos y todos tuvieron su final feliz. Fue muy fácil de leer totalmente recomendable para un bloqueo lector.