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¿Os gustan la película "La momia" e historias similares? Entonces acertaréis con esta novela en la que encontramos búsqueda de tesoros, persecuciones, enigmas a resolver, reliquias misteriosas, magia, un toque de romance y mucha aventura. Todo ello ambientado en un viaje por Rumanía en el año 1937 y con la historia del temible Vlad "El empalador" de fondo. Algo que no tiene desperdicio. El padre de Theodora es cazador de tesoros. Su último encargo lo mantiene apartado de su joven hija, que ve con resignación como él va en busca de extrañas reliquias mientras ella tiene que esperar en los hoteles. Pero la repentina aparición de Huck, un joven con quién comparte pasado y algo más, embarcará a ambos en una aventura en la búsqueda de su padre, quién parece estar en peligro. Lo que saben es que serán ellos quiénes correrán peligro al intentar seguir las pistas del paradero del anillo maldito de Vlad el Empalador, la reliquia que el padre de Theo estaba buscando cuando desapareció. La relación entre ambos protagonistas me ha gustado, aunque no tanto como esperaba al comienzo. Tienen buena química, pero el desarrollo de la historia no deja apenas espacio para disfrutar más de ellos como pareja y el romance queda un poco flojo para mi gusto. No obstante, estamos ante una novela principalmente de aventuras con toque místico, y eso lo cumple a la perfección. Tiene buen ritmo y narración, y resulta bastante entretenida. La ambientación es un punto a favor ya que las descripciones son muy buenas, aunque quizá en algún momento pecan de ser un poco extensas (o es que yo lo que quería eran más diálogos con chispa entre Theo y Huck 😏). |
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