Los inmortales

1969 Nueva York. A Daniel le han contado que ha llegado una adivina al barrio, tras hablarlo con sus hermanos decide enterarse dónde vive porque irán a visitarla. Dicen que puede predecir la fecha exacta de tu muerte, así que, con esa curiosidad propia de la edad, deciden acudir a ella sin saber lo que implicará eso en sus vidas. Esos cuatro niños (entre los trece y los siete años) no serán los mismos cuando salgan de la casa de la adivina con sus premoniciones hechas. Nadie puede no verse afectado cuando te dicen qué día morirás, por mucho que trates de olvidarlo.

No sabremos qué les ha dicho la adivina hasta más avanzada la novela, cuando los cuatro hermanos decidan confesarse. Y entonces sí, sabiendo qué les deparará el futuro comenzaremos a leer cada de unas sus vidas. ¿Se cumplirá lo que les dijo?

La primera historia que conoceremos será la de Simon, para mí la más emocionante de todas. Nos trasladará hasta finales de los años 70 en San Francisco, una gran ambientación donde tuvo lugar uno de los problemas sociales más importantes del momento. Con Klara descubriremos el espectáculo de la magia, al menos lo que para ella significa ese concepto, y el hecho de luchar por tus sueños por muy extravagantes que sean. Daniel es médico militar, él debe decidir quién es o no apto para la guerra. Quizás también para la muerte. Y la última historia será sobre la hermana más mayor, Varya, que en su momento tuvo que renunciar a parte de su vida cuando su madre se quedó viuda, aunque más tarde tomará un camino bastante diferente al del resto buscando alejarse de todo.

Su lectura tiene un marcado carácter mágico, sin llegar a ser una historia de magia. Ese halo de misticismo parece recorrer su historia, quizás por las casualidades, o porque sabemos que la pitonisa determinó un día de muerte para cada uno de ellos y ese pensamiento nos determina a lo largo de las páginas, nos obsesiona como a los cuatro hermanos.

El desarrollo de estas cuatro historias no es aleatorio, es contínuo en el tiempo pues las decisiones de cada uno, su futuro, influirá en el resto de los hermanos. Determinando, de algún modo, el futuro que tendrán. Y permitiéndonos reflexionar hasta qué punto las predicciones son reales o solo se convierten en realidad cuando nosotros creemos en ellas.

"[...] el recuerdo de la mujer en la calle Hester es como una aguja minúscula que se le clava en el estómago, algo que se tragó hace mucho y que flota indetectable, salvo por los instantes en que se mueve de determinada manera y siente un pinchazo."

No sabía hacia dónde me dirigía con su lectura, pensé que sería una lectura mucho más sencilla. Su autora pone sobre la mesa muchos temas y el lector saca sus propias conclusiones. Se habla de la homosexualidad, de la muerte, del sida, del judaísmo al tratarse de una familia de judíos o del concepto de familia. Pero además hay un mensaje global con estas cuatro historias, "Los inmortales" no es una lectura más para devorar...nos permite pensar, reflexionar sobre la vida o cómo vivirla, sobre dónde está la felicidad si en vivir o en vivir mejor, y el hecho de dar otro valor a lo vivido cuando cambiamos la perspectiva con la que miramos las cosas.

"Los inmortales" ha sido una buena lectura y además me parece original el modo en la que la autora la ha construído. No es una historia típica, es diferente, original y además lanza una idea para que sea el propio lector quien tenga que reflexionar. Quizás no me ha parecido redonda su lectura, porque sobre todo las dos primeras historias me han interesado mucho más que el resto, pero eso no desmerece la sensaciones finales. Y tú, ¿querrías saber la fecha exacta de tu muerte?
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