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Maggie decidió romper con toda su vida y montar una casa de huéspedes en una isla, con una única amiga de +60, hasta que apareció Alejandro, un famoso modelo que necesitaba escapar de su mundo. Maggie me parece insoportable, es demasiado dramática, le saca la puntillita a todo y, en fin, que me ha tenido todo el libro de muy mala leche. Alejandro es un amor. Y opiniones aparte, creo que están bien desarrollados, pero les falta algo, una chispita que desarrolle mi interés por ellos. Como siempre, me encanta el estilo narrativo de esta autora. Utiliza un lenguaje sencillito y muy informal que permite que devores la novela. La ambientación es maravillosa. Su desarrollo es súper claro desde el principio y, sobre todo, son escenarios maravillosos que me encantaría recorrer. Puntúo este libro con dos estrellas y media porque me ha parecido una historia bastante más floja que las otras de esta autora, además de lo que ya he comentado sobre la protagonista. No le doy dos porque me encanta cómo escribe y porque al final es cuestión de gustos; que no me guste a mi no quiere decir que no sea buena la historia. |
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