Este es, por ahora, el libro de Beta que menos me ha gustado. A pesar de que lo leí en un suspiro, no llegué a empatizar en ningún momento con Maggie, la protagonista. Eso sí, la isla es para enamorarse. Es lo que salva este libro, la localización es maravillosa y Beta, como siempre, escribe de maravilla y no puedes parar. |