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Vamos allá con la segunda entrega de la trilogía Tiger Rose: Desnudando a la Bestia. En primer lugar, tengo que hacer una rectificación en relación a la publicación de Bella al desnudo, donde os comentaba que esta obra es un retelling de la Bella y la Bestia, bien me equivoqué, tal como me indicó la autora. No es un retelling, sino que está inspirado en este clásico y, como todas las personas que nos movemos dentro del mundo literario sabemos, la inspiración toma muchas formas; así pues, me retracto sobre lo citado ya que, como dije, no guarda ninguna relación, salvo el nombre y el apodo, con el cuento y es debido a que no es un retelling. He de decir que el final con el que la autora cierra Bella al desnudo, hace que necesites leer esta segunda parte ipso facto, tal es la incertidumbre y expectación que crea. Sin embargo, este libro se me atragantó un poco por los roles estereotipados de pintar al protagonista como salvador, además de justificar su comportamiento destructivo y abusivo tras argumentos que, lamentablemente también son empleados en la vida real para excusar la parte masculina en toda relación tóxica. No voy a extenderme mucho más allá que el contaros que no me gustó nada el cariz que toma la relación de Bella y Daniel a lo largo de esta novela, pero, os invito a que lo descubráis vosotros recordándoos que parte de los beneficios de los libros de Rachel se destinan a una buena causa. |
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