Memorias de una salvaje

Esta novela es una de esas historias con cierta intensidad, feminista, que remueve por dentro historias personales.
Con una narrativa sencilla, no podemos clasificarla en un género concreto, si acaso una historia de ficción, intimista y reflexiva, costumbrista y doméstica proque tiene pinceladas de diferentes subgéneros dentro de la narración en primera persona del personaje de "K" kasandra, quien va relatando sus vivencias al tener que entrar a trabajar en un club privado para pagar una deuda de honor que dejó su padre a un grupo mafioso que trae chicas del este para ejercer la prostitución.
La señoita Bebi, a quien no conocía, confecciona de manera eficaz la historia que te va atrapando, una novela para adolescentes ,sin mayor pretensión que dar voz al personaje principal a modo de serie juvenil que creo que culmina en bilogía con la siguiente parte, Reina. Algo que se intuye en las útlimas páginas cuando al personaje de K le hacen una propuesta.
No deja de ser una historia de superación dentro de una fantasía bien confeccionada, al estilo de las novelas de Elisabeth Benavent o la saga Culpa Mía.
La lectura es ágil y entretenida e incorpora elementos de un romance previsible que contrarresta el tormento que nos cuenta su protagonista en el club.