Memorias de una salvaje

Tras el asesinato de su padre, Kassandra Fernández se ve envuelta en una espiral de violencia, abuso y oscuridad. Pero si algo tiene claro es que por muy turbio que sea todo, ella no se va a rendir sin luchar por lo que cree que es justo, y por destruir una de las partes más deshumanizada del mundo.

Para mí ha sido mi mejor lectura de enero; lo que más destaco es la forma en la que la autora mezcla la realidad con la ficción, haciendo que te estremezcas en cada página, porque lo que cuenta es una realidad muy silenciada y, en ocasiones, aceptada en el mundo.

Se lee muy fácil y rápido, la historia atrapa desde el primer capítulo hasta el final, sin poder evitar llorar de rabia y de impotencia.

Es un libro cargado de simbolismo, que ella misma explica después de acabar la novela en una especie de epílogo, en el que además, ofrece datos reales sobre la trata de mujeres en España.

Nada, absolutamente nada de lo que hay en el libro está puesto por azar, todo tiene un claro significado, y eso me ha encantado.

Es un libro cargado de fuerza, de lucha, una hostia de realidad en la cara, que todo el mundo debería leer para empezar tomar conciencia de lo que pasa ahí fuera. Las calles deberían estar ardiendo.

‘A todas las mujeres: no temáis al fuego' 🔥