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"Dejé Madrid y, con mi equipaje en bandolera, recorrí filosóficamente las dos Castillas, la Mancha, Extremadura, Sierra Morena y Andalucía; bien acogido en una villa, encarcelado en otra, y siempre por encima de las circunstancias; alabado por éstos, criticado por aquéllos; soportando el mal tiempo con la ayuda del bueno, burlándome de los necios, enfrentándome a los malvados, riéndome de mi propia miseria y haciéndole la barba a todo el mundo"No es una obra magnífica, de frases grandilocuentes ni tal vez acciones inolvidables pero me he divertido bastante con el estilo fluido, desinteresado y relajado. Beaumarchais, un dramaturgo del siglo XVIII francés muy apreciado en su época, sin duda fue exitoso gracias a sus comedias.Esta obra nos introduce a Fígaro, barbero de Sevilla (España) quien se ve involucrado en el interés del Conde de Almaviva, un grande de España, por la joven de noble cuna Rosina. Ella hermosa y dulce vive bajo la tutela de un médico Bartolo quien guarda sus propios designios para con ella para lo cual es secundado por su amigo Don Basilio.Fígaro realmente es una alma libre, sencillo pero bastante orgulloso, se cree y tal vez es un hombre de mundo, no es rico pero no ruega a nadie y parece saber de todo un poco en esta vida. Su profesión de barbero le traerá más de un enredo aunque él asegura que si quisiese pudiese ser muy rico en Madrid. de otro lado las risas vienen por parte de Bartolo quien a toda costa trata de retener para sí a Rosina con sus celos y su gran olfato para detectar tretas o algo que pueda perjudicarlo.Hay enredos y todos los personajes pasan de alguna manera penurias para tratar de salirse con la suya.
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