Agatha Raisin y el veterinario cruel

Agatha Raisin parece haberse asentado en Carsely y ha conseguido que las gentes del lugar la traten como a una más. Solamente le queda el resquemor de no haber podido seducir a su vecino James Lacey. Pero pronto se olvidará de él cuando conoce al señor Paul Bladen, el nuevo veterinario, del que se queda prendada.

Pero el día después de su primera cita con Paul -de la que acabó decepcionada- el veterinario sufre un fatal accidente, muriendo por una inyección destinada a un caballo al que estaba tratando.

Agatha comienza a sospechar que no fue un accidente, sino un crimen, el cual investigará por su cuenta, como ya es costumbre. La novedad es que el señor Lacey se unirá a ella en la investigación, ya que opina igual que Agatha, que el señor Bladen fue asesinado.
"Agatha Raisin y el veterinario cruel" es la segunda entrega de esta saga donde su protagonista, Agatha, se vuelve a ver inmersa en otro crimen y no puede resistirse a investigar por su cuenta.

En este caso se verá acompañada por su admirado vecino James Lacey, a quien arrastrará en sus pesquisas. Aunque esta vez no le costó demasiado trabajo convencerlo, ya que Lacey también sospechó desde primera hora que el veterinario no murió accidentalmente.

Al igual que la primera novela, "Agatha Raisin y el veterinario cruel" es una historia seria, pero narrada con ese sentido del humor inglés tan característico. La autora, M. C. Beaton vuelve a poner a los protagonistas en situaciones que dan pie al lector a reír. Ejemplo claro es una escena en la casa de Bill Wong, uno de los policías que investigaron el caso anterior, el de la quiche letal. En esta entrega, la amistad entre Agatha y Wong ya está consolidada, así que este decide invitarla junto a Lacey a su casa. El detective aún vive con sus padres, lo que genera un capítulo completo en el que reina el humor.

El caso del veterinario es igual de enrevesado que el anterior. Hay muchos sospechosos, todos con algún motivo por el que quisieran asesinar al finado. Agatha y Lacey irán eliminando de una lista, uno a uno a todos los que van investigando y resultan ser inocentes. al final, como en casi todos los libros de asesinatos, el culpable es quien menos podremos imaginar… o no.

En esta historia, parece que la protagonista, Agatha, no cae tan mal. Ni a los habitantes del pueblo, que ya la ven con otros ojos, ni probablemente al lector. Será porque ya no va a la defensiva en todo momento, ya que es una más, o porque su enamoramiento hacia el señor Lacey la hace más dócil. En todo caso, a mi gusto, a pesar de que Agatha ronda los cincuenta y pocos años, sigue comportándose como una mujer más mayor, con formas anticuadas para su edad.

El ritmo de la historia es más ágil que su anterior novela, también es más divertida y al haber nuevos personajes, tendremos más candidatos a ser señalados culpables.

Ojalá la editorial Salamandra se anime a seguir publicando el resto de las historias protagonizadas por Agatha Raisin, ya que son unas novelas de "resolver el crimen" muy entretenidas a la vez que divertidas.

Decir también que hay una serie de televisión basada en los casos de Agatha Raisin. Espero que sea igual de entretenida que los libros.

Las novelas de Agatha Raisin son consideradas como lo que llamamos cozy crime. Son novelas que lo que pretenden es entretener y que el lector resuelva el crimen, novelas blancas en las que no hay violencia explícita ni escenas desagradables.

En resumen, si te gustan las novelas al estilo de Agatha Christie, que tengan un gran toque de humor, con unos protagonistas a los que guste seguir la pista, con una narración ágil y que sean ligeras y entretenidas, "Agatha Raisin y el veterinario cruel" te va a encantar.

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