Todo comienza con Michael que encuentra una chica muerta en su bañera y llama a la policía, después se lo llevan detenido porque han encontrado un montón de pruebas que lo inculpan. A partir de ese momento empezará una carrera y una investigación a contrarreloj para investigar lo ocurrido no solo en ese crimen si no en muchísimos otros ocurridos a lo largo de los últimos dos años y que tienen una cosa en común, en todos el asesino deja una pluma de gorrión. De los personajes me quedo con Michael y Megan, para mí son los más importantes. Creo que es los pocos libros que no conocemos nada de los policías encargados del caso y me gusta porque estaba cansada de los policías con traumas y movidas, creo que lo importante es el caso y es en lo que se centra la historia, en el asesino en serie y todo lo que hay a su alrededor. Es un libro con mucha acción, no para en ningún momento, un poco como una película, esta contado a varias voces, hay capítulos contados por Michael, por Megan, por la policía y por algún otro personaje. Desde el principio me monte una teoría y estaba segura de haber acertado pero no, que ilusa, en unos de los muchos giros se me fue al traste y se desmonto todo. De nuevo Barker ha conseguido mantenerme pegada al libro y enganchada de inicio a final y que final madre mía me ha dejado loca, me ha sorprendido y no lo esperaba para nada, buenísimo. Para resumir me ha encantado, lo he disfrutado muchísimo y estoy deseando leer más libros de este escritor porque me encanta como escribe. |