¡Madremía! He aluciflipado con este libro, necesito imperiosamente una segunda parte. Se desarrolla con un ritmo frenético. Consta de dos escenarios, el tiempo real y el tiempo pasado a modo de diario del asesino, y me encantan los dos. Es duro, es cruel y aún así no puedes parar de leer. Consigo conectar con sus personajes e incluso tenerles aprecio y son malos. Lo recomiendo mucho.
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