Jodie nos trae de primera mano su maternidad. No es ni mejor ni peor, es la suya y es como la vive. Su vida está llena de fracasos, de sueños no cumplidos, de anhelos no logrados, de frustración. La siento recomponiéndose y cogiendo fuerzas para romper con lo roto, para dar un giro a su vida, y conseguir superar sus frustraciones. En esa lucha está sola, aunque vuelve a reencontrarse con Joy, su amiga de juventud, pero hay temas que no nos atrevemos ni hablarlos con amigas. A las mujeres nos han querido calladas, y llenas de tabúes, porque si compartimos todo nos daríamos cuenta de cuánto sufrimiento compartimos, y de cuántas cosas vivimos que no son normales aunque sean comunes. Es difícil hablar de este libro sin reventar la historia, pues son 120 páginas llenas de emociones. |