Reino de ladrones

Pocos libros consiguen que todos sus protagonistas me cautiven y Reino de Ladrones ha significado la despedida de unos personajes maravillosos de leer y que brillan por sí mismos dejando la trama relegada a un segundo plano.

Si bien me costó engancharme a la historia de este libro que hasta la cuarta parte no llegó a atraparme, disfruté mucho leyendo a estos singulares personajes que me han hecho reír, sufrir y llorar.

Kaz se lleva toda mi admiración, un personaje complejo lleno de luces y sombras que siempre se guarda un as en la manga y logra sorprender al lector con sus ideas y actitudes.
También quiero destacar a Nina que es de mis favoritos y lo mucho que me ha gustado el trato que la autora le ha dado a su lucha contra la adicción a la parem.

Hablando de la autora, se nota gran diferencia en su pluma con respecto a la trilogía Grisha. Aquí nos encontramos una forma de escribir más adulta y compleja sin tantos clichés y resaltando actitudes y situaciones más duras.
Ha resultado agradable leer de nuevo personajes de la trilogía que ha tenido bastante notoriedad además de algunas referencias que han logrado ser la forma perfecta de hilar ambas historias.