Continúa con las aventuras de los seis cuervos del libro anterior, ahora más enfadados y con más ganas de terminar con se enemigo que nunca. Los cuervos de Kaz van afrontando poco a poco los problemas, a medida que van apareciendo. El problema que tienen es que no solo ellos planean en esta guerra y por mucho que Kaz prevea cosas siempre se lleva alguna sorpresa desagradable. Así que por cada plan que les sale bien, habrá otro que no les salga tan bien y tendrán que reajustar sus posibilidades. De esa forma, en este libro tendremos muchas más aventuras que en el anterior, y eso era difícil, pero al mismo tiempo es más emotivo y algo dramático. Los seis cuervos deberán ir enfrentándose a sus traumas y miedos para sobrevivir y llevar sus planes a cabo. Lo peor, un suceso innecesario que me dio mucha rabia y es que no le veo ningún tipo de sentido a que pase. Por eso, el final se hace un poco agridulce, pero con ganas de seguir en el mundo Grisha. |