 |
Sandra Valdés es una joven historiadora que no encuentra trabajo de lo suyo, y sobrevive con empleos que no le gustan. En el peor momento le ofrecen un encargo, que aunque cree que no será el trabajo de su vida, puede introducirla en su profesión. Se trata de escribir la biografía de Ofelia Arráez, icónica empresaria y constructora. Un modelo en el mundo del calzado de mujer en España. Lo que parecía un trabajo sencillo, plano y de pocas emociones, se convertirá en un torbellino de descubrimientos, secretos y sorpresas tras una mujer de mucho poder. El eco de la piel se divide en cuatro partes diferenciadas, que narran la investigación de Sandra, sus descubrimientos y sus pesquisas a partir de la cuales construirá la biografía; excepto la tercera, que cuenta la vida de Ofelia, la verdad sobre su historia y su persona. La prosa envolvente y bella que caracteriza a la autora nos adentra en la historia desde el primer momento y ya no te deja hasta el final. La lectura es fluida y avanza a buen ritmo, y aunque se ralentiza algo en la segunda parte, que me costó más, cuando llega la tercera todo cambia. Esa parte narra cronológicamente la vida de Ofelia, contando los hechos clave y que la definieron a ella, tanto en su vida personal como en su trayectoria profesional. Es el tramo de la novela que más me ha gustado y he disfrutado. Es difícil salir de las palabras que otros te imponen y conforman tu identidad, tu mundo, tu historia. Y después de muerto es imposible. La muerte te arrebata el control incluso sobre quién fuiste, dejándote en manos de los que te narran, te explican, te definen. Al inicio de la novela, Ofelia le dice a alguien que el pasado no existe. Porque solo existe los que se recuerda y lo que se cuenta. Y aquí está la moraleja de El eco de la piel. ¿Quién era Ofelia en realidad? La modélica empresaria que describe su hijo Luis, la que se llenaba los bolsillos con negocios más sucios y se codeaba con las altas esferas para cobrarse después sus favores, la persona altruista que ayudaba a sus vecinos más necesitados, o ninguna de ellas. Sandra escribirá la biografía basándose en lo que le van contando y a sus descubrimientos, ¿pero conseguirá llegar a conocer a la verdadera Ofelia? En cuanto a los personajes destaco sin duda el de Ofelia, perfectamente construido, repleto de contrastes, luces y sombras conformadas a través de experiencias vitales que la fueron moldeando y confiriéndole un carácter y una fuerza irrompible. Pese a la profunda oscuridad que arrastra no me ha costado empatizar con ella. En el lado opuesto situaría a Sandra. Un personaje que me iba gustando menos y menos a medida que avanzaba la historia. Por sus ideas, su forma de pensar y sus decisiones. En definitiva, El eco de la piel nos muestra que el pasado y la historia de cada persona se conforma por lo que se recuerda de ella y sobretodo por lo que se cuenta. Eso puede corresponder o no con la realidad, aunque poco importe. En el caso de Ofelia Arráez, te toca a ti descubrirlo sumergiéndote en esta apasionante novela. Enlace: https://www.perdidaentremisl.. |
>
