 |
Donde desaparecen las estrellas es el primer libro de su autora, Mónica Baños, un autoconclusivo que nos mete de lleno en la vida de Melía, sus habitantes y, sobre todo, de Gala, una chica que intenta buscar el perdón y el reencontrarse de nuevo a sí misma en un momento en el que todo parece un huracán de sucesos. Contado en todo momento en primera persona por Gala, nuestra protagonista, el libro parte con unos capítulos interesantes haciendo referencia a los astros, elemento que tendrá mucha importancia a lo largo de la historia, una que empieza con lo básico, la presentación de Gala, con la que vamos a estar en todo momento, así como su vida actual y pequeños detalles de su pasado que, poco a poco, se irán desvelando a medida que seguimos leyendo. He de decir que los primeros compases de la lectura son fáciles, son capítulos cortos y directos, con una pluma sencilla que permite circular por ellos muy fácilmente y ágilmente. Sin embargo, esa extrañeza que empiezas a sentir nada más empezar, mínimamente, ya que no terminas de pillarle el gusto o comprender exactamente qué es lo que estás leyendo, se intensifica más y más, haciendo de este libro uno que no es fácil de comprender y que, sí, se hace muy pero que muy extraño. Después de una semana de haberlo acabado aún no tengo claro qué es lo que he leído. Y esto se debe a que la historia es demasiado lineal, no hay nada que te permita avivar el ritmo, darle interés y emoción, misterio. Esas desvelaciones que supuestamente íbamos a tener con respecto a Gala no entusiasman ni sorprenden, pasan de largo, sin demasiada profundización. Es una lectura plana que me ha abrumado en más de una ocasión porque realmente no entendía nada, no sabía qué estaba pasando ni leyendo. Esa monotonía que se repite constantemente no se rompe en ningún momento e incluso en más de una ocasión me he sentido fatigada, sin ganas de seguir leyendo, haciéndolo por presión más que por gusto ya que no estaba dando con nada que me llamase la atención y me permitiese seguir con el libro. Con esa sensación avancé desde la mitad del libro hasta el final, una desgana completa que me dificultaba demasiado el avance por la historia, una que al principio parece estar bien encaminada pero que, finalmente, va guiándose por diferentes caminos que no se quedan claros y te confunden muchísimo. Sinceramente, me esperaba más de esta historia. No es que me hubiera creado expectativas anteriores ya que no es como otros libros que llevo esperando muchísimo tiempo y tengo ganas de leer. Me llamaba la atención este libro por ser el premio Plataforma Neo de este año, pero la historia, sinceramente, no ha sido hecha para mí. Voy a empezar a contar poco a poco las cosas que han hecho que este libro no haya sido lo que me hubiera gustado encontrar. Principalmente, las descripciones. No hay muchas y me ha costado hacerme a la idea de todo. Tanto Melía, del que se sabe poco, del que sólo se mencionan algunos lugares como la casa de Gala, su lugar de trabajo, alguna que otra tienda y ya. Lo mismo pasa con los personajes, su falta de descripciones y profundización ha hecho que no haya conectado con ninguno. Ni siquiera sé cómo son físicamente, no me ha quedado claro nada alrededor de ellos, no he visto un carácter bien definido ni nada. Sentía como que caminaba por la historia sobre un lienzo medio en blanco, con muchos detalles perdidos que hubieran ayudado a entender mucho mejor la historia. Es por eso por lo que me han chirriado muchas cosas. Gala parte de una situación negativa de su pasado pero es como que no se llega a hacer todo lo importante que debería. Se cuenta de pasada qué paso y a otra cosa. Y así con todo. Me ha dado la sensación de que la autora no quería adentrarse demasiado en esos temas, que los expone de manera superficial y simple y pasa a otra cosa, sin dar la oportunidad de explicar esas cosas para que queden mucho más vistas y completas. Las relaciones que hay entre los personajes me han resultado muy frías, la historia de amor entre Gala y Néstor no me la he creído, no me ha transmitido nada y se me ha hecho muy pero que muy rápida. Lo que sucede con Gala y más gente a su alrededor... pues más de lo mismo. Creo que la autora lo hace todo demasiado deprisa, coge la primera excusa y es la que pone y, a veces, a quedado la cosa demasiado forzada. Otra de las cosas que quiero comentar es sobre el misterio que se nos promete en cuanto a la familia de Gala, algo que también se me ha quedado poco aprovechado. Volvemos a lo de antes, la autora lo hace todo demasiado deprisa sin detenerse a profundizar en las cosas y, cuando crees que va a desvelar esas pequeñas sorpresas que te van a dejar con la boca abierta, te das cuenta de que eso lo sabías cien páginas antes de que suceda. Hay pocos personajes, la trama se ve, no hay ningún recoveco, se hace predecible y, por ello, es muy, pero que muy fácil adivinar todas las cosas. Se ven venir. Creo que si hubiera habido más personajes, un misterio más oculto, no tan a la vista, hubiera sido un libro realmente sorprendente pero, una vez más, la sencillez de la autora ha provocado que no haya transmitido lo que quería transmitir. Cosa aparte de esto, y con lo que sigo, es algo extraño en relación con lo paranormal y las estrellas. Suceden cosas, que me resultaron un punto curioso pero que, como todo, se queda de pasada. No se explica nada de este suceso, porque de repente Gala es capaz de ver esas cosas, porqué las estrellas están tan ligadas con eso y por qué tienen ese protagonismo. Me hubiera gustado más descripciones, explicaciones, detalles. Con todo. Creo que ha sido un libro que lo ha intentado pero no lo ha dado todo. Como digo, ha sido realmente una pena. Quería conectar con Gala; quería conectar con esta historia, tenía toda la pinta de que me iba a gustar, a entusiasmar; quería conectar con Mónica y su pluma. Pero no ha sido así. Me ha costado mucho seguirle el ritmo a una historia que no se termina de explicar, que deja muchas cosas abiertas, otras olvidadas, que se va muchas veces hacia otras cosas y no se centra en lo que estaba contando anteriormente. Me ha trastocado y sacado en más de una ocasión los saltos de espacio y tiempo entre una frase y la siguiente. Hace un punto estábamos en el lugar de trabajo de Gala y era de día y, de repente, es de noche y estamos en su habitación. También me sacaba de la historia algunas frases que se repetían con demasiada abundancia en todos los capítulos. Y, en general, la historia, que no he entendido en absoluto. En resumen, Donde desaparecen las estrellas ha sido un libro que, a pesar de tener una premisa que puede llegar a enamorar, mostrar originalidad y tener un aire diferencial del resto de novelas, no ha conseguido cumplir, para mí, sus objetivos. Una historia extraña, a la que le falta mucho, y unos sucesos y personajes con falta de descripciones han hecho de lo que me podría haber fascinado una historia que olvidaré con mucha facilidad. |
>
