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Hannah y Fox llevan meses hablando por mensajes, contándose su día a día y dando pie a una preciosa amistad. Hannah viaja al pueblo donde vive su hermana y su cuñado y donde también vive Fox por cuestiones de trabajo. Como no puede quedarse en casa de su hermana se lo propone a Fox ya que este estará en alta mar faenando la mitad de los días y ella pasará los días en el rodaje que tiene entre manos. Fox nunca ha tenido una relación estable, tiene mil complejos desde pequeño, y todo el mundo lo conoce como el mujeriego del pueblo. Sabe que no debe sentir nada por Hannah, pero cuando ella tiene que recordarse cada día mantenerse lejos de ella. Hannah por otro lado, quiere recuperar sus raíces, conectar con su hermana y con el pueblo que fue la vida de su padre y lo más importante, darse cuenta de que no está persiguiendo sus sueños. · Debo decir que estos libros se pueden leer de manera independiente sin ningún problema, encontramos una trama sencilla, bonita, divertida y adictiva. La historia de amor se cuece a fuego lento ya que ambos sienten una preciosa amistad que está por encima de todo lo demás y no quieren que se estropeé buscando una relación que resulta imposible a primeras. Los personajes me han parecido de lo más naturales. Hannah desde el principio es un personaje muy centrado, muy real, con las ideas claras pero un poco perdida. Fox es todo lo contrario, está perdido, se deja llevar por lo que los demás piensan de él y no lucha por lo que quiere. Se ha conformado y alguien tiene que abrirle los ojos. Un punto a destacar es la ambientación y todo lo que nos trasmite el pueblecito pesquero de Westport. |
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