La envidia, que es el cáncer de la honra, se elimina mejor sincerándose; mejor buscando el mérito que la fama [...]
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La envidia, que es el cáncer de la honra, se elimina mejor sincerándose; mejor buscando el mérito que la fama [...]
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Los jactanciosos son menosprecio de los inteligentes, admiración de los tontos, ídolos de los parásitos y esclavos de sus propios alardes.
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Los estudios sirven de deleite, de ornamento y de capacitación. Su principal utilización como deleite es en la vida privada y el retiro; como ornamento, en la conversación; y como capacitación, en la apreciación y desempeño de las ocupaciones; porque los hombres de experiencia pueden realizar y quizá juzgar las particularidades una por una; pero los consejos generales y el planeamiento y dirección de los negocios son mejores cuando proceden de hombres cultos.
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Nada hace sospechar más a una persona que el saber poco; y, por tanto, los hombres suelen remedar las sospechas procurando saber más y no dejar que se asfixien las sospechas.
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El deseo de poder excesivo produjo la caída de los ángeles; el deseo de saber excesivamente hizo caer al hombre; pero en la caridad no hay exceso ni puede el ángel o el hombre correr peligro por ella.
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Y sin embargo la osadía es hija de la ignorancia y de la vileza, muy inferior a otras cualidades; no obstante, fascina, y ata de pies y manos a aquellos que son ligeros de juicio y de escaso coraje, que son la mayoría, pero que prevalecen sobre los hombres juiciosos en momentos de debilidad [...]
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[...] parece que el amor (aunque raramente) puede hallar entrada no sólo en un corazón abierto, sino también en un corazón bien fortificado, si no mantiene buena vigilancia.
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[...] el amor y la envidia abaten al hombre, lo cual no hacen otros sentimientos porque no son tan constantes. Es también el más vil de los sentimientos y el más depravado; por esa causa es el atributo más apropiado del demonio, del cual se dice que durmiendo los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo; y siempre ocurre que la envidia opera sutilmente, en la sombra y en perjuicio de las cosas buenas como lo es el trigo.
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[...] porque la prosperidad descubre mejor el vicio, pero la adversidad descubre mejor la virtud.
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La venganza triunfa sobre la muerte; el amor la desdeña; el honor le sobrepasa; la pena la huye; el miedo se anticipa a ella [...]
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¿En que año nació Marcel Proust?