Hay tres magias a las que temer: Las maldiciones que provienen de la ira de los dioses, los venenos que convierten la tierra en cenizas y aquella que deja el corazón oscuro y plata en los huesos.
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Hay tres magias a las que temer: Las maldiciones que provienen de la ira de los dioses, los venenos que convierten la tierra en cenizas y aquella que deja el corazón oscuro y plata en los huesos.
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No puedo explicarte lo que se siente al saber que se supone que debes ser algo que no eres . Te carcome por dentro día a día, incluso si te niegas a reconocerlo, hasta que queda un vacío en tu interior que nada que no sea la verdad es capaz de llenar.
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Demostrar que algo o alguien te importa hace que seas vulnerable, porque le da al mundo otra oportunidad para lastimarte. Aun así, Ilega un momento en que tienes que decidir si sentirte vacía de verdad es mejor que arriesgarte a que te hagan daño.
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Al igual que todos los buenos torturadores, la esperanza alargaba tu sufrimiento, se tomaba su tiempo para hacer que te emocionaras de modo que el inevitable golpe de la decepción pudiera llegar con el doble de fuerza y dolor.
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-[…] si esperas fracasar, estás invitando al fracaso con los brazos abiertos, porque no toleras el dolor de la esperanza, de la posibilidad de tener éxito. Pero dime, ¿tener razón hace que duela menos cuando sucede lo que esperas?
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-Confío en que una persona siempre muestra lo peor de sí misma cuando tiene miedo -contraataqué-. Y que hará cualquier cosa si está lo bastante desesperada.
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-Cuando quieres algo, tienes que pelear por ello con uñas y dientes; de lo contrario no tiene sentido.
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" No son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones”