Libelo de Sangre

La novela comienza con una noche fría y oscura en febrero de 1621, en la que, por diferentes motivos, tres bebes son depositados en el torno de la inclusa.
Tras este comienzo, retrocedemos en el tiempo, tres meses atrás, donde conoceremos a los protagonistas principales de la novela: el escribano Sebastián Castro, su esposa, Margarita Carvajal y sus dos hijos: Alonso un muchacho de 13 años y el pequeño Diego de apenas unos meses de edad. Llevan una vida tranquila, pero un día el matrimonio es acusado de un libelo de sangre.
Como lectores, nosotros sabemos que dicha acusación es totalmente falsa. Obedece a una estrategia perfectamente orquestada para quitarlos de en medio.

De golpe, Alonso se ve despojado de su cómoda vida y tiene que aprender a sobrevivir en la calle, mientras intenta encontrar la manera de salvar a sus padres presos de la Santa Inquisición. Gracias a dos pillos, Antonio y Juan, no perderá la esperanza y un objetivo se ira abriendo paso en su mente: estudiar Leyes en la universidad para impedir las injusticias sobre los inocentes.

La novela escrita en tercera persona está estructurada en 57 capítulos. de longitud media, en cuanto te acostumbras al lenguaje utilizado, propio de la época en la que se desarrolla toda la historia, resultan de fácil lectura.

La parte de documentación por parte de la autora es impresionante. La representación de la realidad histórica, de ese Madrid de 1620, es como hacer un viaje en el tiempo.  El desarrollo de las escenas y acontecimientos te sumerge en el entorno que se narra, en la sociedad, sus costumbres y tradiciones, su mentalidad y manera de pensar, su vestimenta, el interior de las viviendas, la gastronomía…
Su autora convierte a Madrid, una villa en la que conviven nobles, clérigos, ciudadanos pudientes y gente de clase humilde, en un personaje más. de la mano de sus descripciones recorreremos sus calles llenas de suciedad, sentiremos la pobreza y el frio del invierno.
Descubriremos un Madrid que oscila entre la cultura y la picaresca y seremos espectadores de primera fila en los mentideros, esos lugares donde se intercambiaban cotilleos y rumores fuesen ciertos o no.

Si hablamos de los personajes tengo que decir que están trazados de manera muy realista. Cada uno habla de acuerdo a su condición social estando perfectamente diferenciados. 
De todos destaca sin duda Alfonso. Con sólo 13 años se ve obligado a crecer y madurar de golpe. Acabará descubriendo en su interior una gran fuerza y coraje y aunque en algún momento desfallezca no se dejará amedrentar por las desdichas. Y, sin querer acabará encontrando su vocación y su camino en la vida.

Cómo parte negativa, tengo que decir que las primeras 270 páginas en las que la autora nos sitúa en el contexto tanto de la ciudad como de los personajes, se me hicieron bastante pesadas. Hay mucha descripción del Madrid de la época con bastantes pies de página en los que nos sitúa esas ubicaciones en la época actual.
Lo mismo me ha pasado en algunas partes dónde nos describe el funcionamiento de los procesos de la Santa Inquisición.
Pero he de decir que esto no desmerecen para nada la historia que te acaba atrapando cuanto más avanzas en la lectura.

Libelo de sangre es una novela histórica y a la vez costumbrista. Con una trama llena de acción, aventuras y muchas desventuras, que te mantiene en vilo por saber que les va a pasar a los personajes.  Es también una novela para emocionarse porque nos habla de la familia, de la amistad y de la capacidad de sobrevivir pese a todo, manteniendo la dignidad y honor.